por Gonzalo Gutiérrez Nicola – La creciente importancia que la información tiene en la sociedad contemporánea, en particular la que es manejada a través de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), ha dado lugar a que se generen nuevas formas de exclusión. La desigualdad entre quienes tienen acceso a las TIC y quienes no lo tienen se conoce como brecha digital. Esta brecha expresa la diferencia de acceso por parte de las comunidades a recursos como Internet, telefonía fija y móvil, y otros.
Un ejemplo de esa brecha lo ofrece el reciente mapa de las interconexiones mundiales a Internet. Conocido como el IWM (Internet World Map), en él se muestra la cantidad de direcciones de servidores, usuarios finales y redes conectados a la web en todo el planeta. El desbalance es evidente: América del Norte tiene casi 56% de todas las direcciones IP conectadas a Internet en el mundo, mientras que Europa tiene el 21,5%. Por su parte América del Sur tiene apenas el 3,5%, América Central el 0,097% y el Caribe el 0,063%.
Este es un indicador más de la dimensión actual de la brecha digital, y refleja las desigualdades que existen en otros ámbitos de la sociedad tales como las que evidencian en materia de género, edad, acceso a recursos económicos y otros. También es significativo que la brecha digital reproduce las desigualdades existentes entre los llamados países desarrollados y los subdesarrollados. Si bien en materia de TIC las distancias entre ambos grupos de naciones se han reducido en la última década, de todos modos continúan siendo significativas. El 80 por ciento de la población mundial no tiene ninguna clase de acceso a las TIC, y la enorme mayoría de esas personas reside en países del sur.
Para medir esta desigualdad existen varios índices. Uno de ellos es el Índice de Oportunidad Digital (DOI) que fue creado por la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) que depende de Naciones Unidas. El DOI mide la facilidad de acceso de los ciudadanos de cada país a las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y para aprovechar las oportunidades de crecimiento y desarrollo que ofrecen. Este indicador tiene en cuenta un conjunto de variables que se agrupan en tres categorías. Las oportunidades (acceso a las TIC), la infraestructura (cableado, telefonía móvil, etc.) y la utilización (uso que se hace de las TIC).
Por su parte el Internet World Map (IWM) es un mapa que muestra las conexiones a Internet en el mundo. Es importante señalar que no considera todas las TIC sino que dentro de estas sólo tiene en cuenta las conexiones a Internet. El IWM es elaborado por IPligence, una entidad privada que ofrece servicios de localización a través de direcciones IP (un número que identifica a cada computadora que se conecta a una red). En el mapa se considera la cantidad de “activos” (direcciones IP de servidores, usuarios finales y redes conectadas a la web) en cada región del mundo, y se los representa en su ubicación geográfica con un punto de color de acuerdo a la cantidad de conexiones (de amarillo a rojo según la intensidad).
La brecha entre el norte y el sur se hace más evidente cuando se cruza la información con la cantidad de población en cada uno de los continentes. Regiones que poseen alta concentración de población en Asia y África apenas tienen presencia en Internet.
Considerando el total de conexiones en todo el hemisferio americano, casi el 90% están en América del Norte, y poco más de un décimo está distribuido entre América del Sur, América Central y el Caribe.
El rol protagónico que el tratamiento de la información tiene ha dado lugar a que se hable de la sociedad de la información o sociedad del conocimiento. El acceso o falta de acceso a la información constituye un elemento determinante en la ubicación de un país en el concierto mundial. Hay una relación directa entre el acceso a las TIC y el desarrollo económico. De este modo los países que tienen dificultades para acceder a las TIC tienen menos posibilidades de superar otros problemas sociales. Pero por otro lado el acceso a las TIC acentúa la dependencia en ciencia y tecnología del sur respecto del norte. De este modo se hace prioritario que los países del sur inviertan en ciencia y tecnología, y en este aspecto le compete un rol protagónico a los gobiernos.
La importancia del acceso a las TIC está dada por su contribución al desarrollo económico y social. Las nuevas formas de participación ciudadana necesitan de redes de intercambio de información y experiencias, tal cual lo exige la nueva construcción democrática.
Más información sobre el Internet World Map aquí …
G. Gutiérrez Nicola es analista de información en D3E (Desarrollo, Economía, Ecología, Equidad América Latina).