El volumen de las remesas en América Latina

El volumen de las remesas en América Latina

por Patricia Gainza – En el mundo 180 millones de personas viven fuera de su país de origen. Durante el 2004 las remesas mundiales alcanzaron 216 mil millones de dólares, de los cuales 151 mil millones fueron remitidos a países en desarrollo. Para el 2005, 232 mil millones de dólares fueron transferidos de los cuales 167 tuvieron como destino el tercer mundo. Latinoamérica y el Caribe recibe el más alto volumen de remesas, habiendo recibido el 35% del total de remesas en 2004. A su vez ese volumen es el que más rápidamente crece.

Canales de transferencias

Antes del 2002 el costo promedio por el envío de remesas era de alrededor del 15% del valor total de la transacción, esto para el 2003 cayó a un costo oscilante entre el 5 y 9%. A pesar de la disminución los costos que cobran las grandes compañías internacionales son altísimos –téngase en cuenta que sólo pagan quince centavos de dólar por el swift internacional– y esto es consecuencia de la ausencia de controles y de competencia.

Las transferencias son condicionadas por diversos factores (1): el estatus legal de la persona migrante, su estado civil, el nivel de ingresos del hogar del cual proviene, el nivel de empleo y estatus ocupacional en el país de origen y en el de destino, duración de la estadía en el país de destino, mercado de trabajo disponible para la población migrante, costo de vida en el país de destino, número de personas dependientes en el hogar de origen y la relación de parentesco con estos, el número de miembros del hogar que se encuentren trabajando en el extranjero, el nivel salarial, la actividad económica en el país de origen y el de destino, las facilidades para las transferencias de dinero y la tasa de cambio entre ambos países.

Las vías utilizadas para el envío del dinero son dos: los canales formales y los informales. Dentro de los primeros están los bancos, oficinas de correos o compañías remesadoras. Los canales informales son aquellos que llevan el dinero en mano propia o es enviado a través de personas de confianza que viajan a sus respectivos países o de formas muy arriesgadas como dentro de un paquete o carta. La gran diferencia entre uno y otro es que los envíos realizados a través de canales formales sí están registrados en las cuentas nacionales. Según algunos organismos internacionales si se contabilizasen las transferencias informales, el valor estimado de las remesas podría duplicarse (2).

La utilización de canales informales tiene varias razones: muchas veces es un medio más rápido, barato y seguro. Además los migrantes en situación irregular en el país de acogida pueden corren (o sentir que corren) más riesgos si emplean canales formales. Otras veces no hay alternativas, como cuando el receptor o receptora vive en áreas rurales donde no se cuente con infraestructura financiera, también puede suceder que no la sepan usar o no le tengan confianza. Puede suceder que las personas destinatarias se encuentren en lugares con conflictos armados. Por último, que la tasa de cambio en el país receptor esté sobrevalorada.

Costo de las transacciones

Según un estudio del Fondo Monetario Internacional del 2004 citado por el documento “Cruzando Fronteras: Remesas, género y desarrollo” (INSTRAW), la transferencia entre dos ciudades internacionales mediante un canal informal, tarda solamente entre seis y doce horas, con un costo promedio variable del 2% al 5%. Mientras tanto, una transferencia bancaria demora una media de cinco días y el costo asciende pudiendo variar del 2.5% al 40%. (El estudio referido considera las transacciones de remesas a nivel global, por ello puede aumentar tanto el costo).

Los costos para el envío de dinero cambian mucho dependiendo del país y del método empleado, pero además puede representar una pérdida considerable para la familia que lo recibe ya que existen comisiones fijas, tasa de cambio y costos indirectos. Esto está cambiando, según el Banco Interamericano de Desarrollo (3), el mercado financiero ha comenzado a ver lentamente a los remeseros como posibles clientes ya que el movimiento general de este rubro es el que más crece en el mundo.

Fuente: BID, 2004

 

En América Latina el costo promedio para el 2003 era del 8% (del total transferido) en cada transacción. Los giros que pagan mayores comisiones son los realizados a Cuba, que cuestan más del 12%; y los que pagan menos son los que se realizan a Ecuador, El Salvador y Perú que cuestan algo más del 5%. En lo que respecta a la frecuencia del envío de estas remesas, durante el 2003, el 66% de los hispanos en Estados Unidos realizaban una o más veces al mes un giro a sus países de origen.

Uno de los mayores avances que se han dado a este respecto durante el 2005 es una nueva iniciativa del Universal Postal Union (UPU) y Eurogiro, que implementará una red de pago electrónico (“Tele Money Order”) (4). Otra iniciativa importante a este respecto es la realizada por el gobierno mexicano que a mediado constantemente con los bancos, generando canales oficiales de transferencias que contribuyó a que las compañías privadas que contaban con mercados cautivos se vieran obligadas a disminuir sus ganancias en este rubro. De todas formas este aspecto de las remesas aún sigue siendo muy desventajoso para los involucrados.

Notas:

(1) Ramírez, Carlota et al (2005) Cruzando fronteras: Remesas, género y desarrollo. Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer (INSTRAW), Santo Domingo, República Dominicana.

(2) Banco Mundial (2005) Informe Economía Mundial 2006: Las consecuencias económicas de las remesas y la migración.

(3) Banco Interamericano de Desarrollo (2004) Sending Money Home: Remittance to latin America and the Caribbean.

(4) United Nations Non-Governmental Liaison Service (NGLS). Go Between, No.107, april-june 2005. New York.

P. Gainza es analista de información en CLAES D3E. Publicado en el semanario Peripecias Nº 3 el 28 de junio 2006.